Žižek
Con una oscura teoría sobre el universo
Víctor Hugo Malfavón
Pocas situaciones resultan tan sospechosas como la de un filósofo estrella famosa. Paradójicamente, gran parte del interés que pudiera generar una película sobre un intelectual se deriva de esta situación… el público es sospechoso. Žižek! (2005), el documental de la canadiense Astra Tylor sobre el controvertido filósofo esloveno, aborda, entre otras cosas, esta problemática cuestión.
El documental traiciona el deseo del público al tomar distancia de la apología e inclinarse por una sobriedad definitiva. A lo largo de la película vemos a Žižek exponer algunos de sus principales planteamientos teóricos: “Es esta la paradoja que define el plus-de-groce: no es un plus que se conecte simplemente a un goce “normal”, fundamental, porque el goce como tal surge solo en este plus, porque es constitutivamente un “excedente”.
Si sustraemos el plus perdemos el goce, precisamente como el capitalismo, que sólo puede sobrevivir revolucionando incesantemente sus propias condiciones materiales, deja de existir si “permanece en lo mismo”, si logra un equilibrio interno.
Explicar la influencia fundamental de Lacan en su análisis político, hablar de su participación en el proceso de democratización de su país (la llamada “primavera eslovena”), de su fanática cinefilia, de su posición el debate filosófico contemporáneo, de la ambigua relación con el éxito y con sus seguidores.
Žižek vuelve una y otra vez sobre los conflictos que éstos le provocan. Dice, por ejemplo, experimentar una sensación de falsedad al hablar de política ante ellos, o que hay puntos importantes de su pensamiento que sin más pasan por alto. En este sentido la película funciona como una sutil y punzante crítica a la audiencia, al tiempo que como un ejercicio notable de desmitificación, de “humanización” de un intelectual del calibre de Slavoj Žižek, de la imponente figura del filósofo radical y presentarnos, sencillamente, a un hombre con una oscura teoría del universo.
Un peculiar sujeto que afirma al principio mismo del filme que su actitud ante este universo sólo puede ser de odio o indiferencia. Afuera no hay nada, nos dice.Las cosas están aquí por error. Algo salió terriblemente mal, esto es una catástrofe, un desequilibrio absoluto.
Según Žižek, nada conseguiremos intentando arreglar, cambiar este estado de las cosas. Hay que asumirlo y dar un paso más allá, sugiere, mediante el acto violento del amor. Tomar a un ser y amarlo más que a cualquier otro en el mundo es llevar el desequilibrio al extremo, es absurdo, es perverso… Pero esta perversidad es nuestra única esperanza.
Año 4 Num. 47 Fecha de publicación: Abril de 2006 |