En entrevista, el empresario sinaloense Genaro Navarro Rodríguez habla sobre la falta de vinculación entre las empresas y las instituciones educativas
El verdadero empresario está comprometido con la educación
Uno de los retos de la globalización económica, en términos de la competitividad, es la urgencia de vincular a las instituciones educativas con el sector empresarial: Genaro Navarro Rodríguez.
Julio César Silvas Inzunza/Corresponsal en Sinaloa
Culiacán., Sinaloa.- La familia y la empresa son dos instituciones productivas generadoras de riqueza en la sociedad, de ahí la importancia de que el gobierno fomente una mayor vinculación del sistema educativo hacia la empresa.
Así se expresó Genaro Navarro Rodríguez, empresario sinaloense, al explicar qué ha pasado con la gente con quien le ha tocado convivir durante más de 40 años de vida profesional al frente de su compañía.
Ingeniero mecánico electricista de profesión, en sus vivencias, advierte un divorcio entre las instituciones de educación media superior y superior con los sectores productivos. La empresa –dijo- tiene procesos muy claros que conforman sistemas productivos, el problema es que “la educación formal no se da por aludida”.
La empresa, definió, es una persona moral compuesta por seres humanos, es también un pretexto para vivir, para mantenerse y crecer. De ahí que la educación sea un pilar fundamental para su desarrollo.
Desafortunadamente, muy “poca gente se interesa realmente por la autocapacitación y eso es triste y doloroso, pues ese es el camino del crecimiento”, advirtió el dos veces maestro en ciencias.
Sin embargo, reconoció, el ser humano tiene esa capacidad de aprender de diferentes maneras, algunos le piden opinión a otros, unos más aprenden observando, viendo películas y hay quienes lo hacen leyendo.
“En lo personal me he interesado mucho por el aspecto formativo de las personas que trabajamos juntas, regularmente no dejo pasar la oportunidad de asistir a un seminario, diplomado, maestría y cursos, pues lo considero una manera de estar buscando el conocimiento en sus diferentes maneras”.
Alumno de la maestría en desarrollo humano del Instituto Terapéutico de la Región de Occidente, narró que todos los días se reúne con sus colaboradores de 8:00 a 8:30 am y cada quien habla de un tema.
“Es una manera de aprender. Aparentemente son temas que no tienen nada que ver con la empresa, pero nos ayudan a conocernos mejor, pues pasamos 10 horas juntos y en ocasiones no sabes el segundo apellido”
Uno de los retos de la globalización económica, en términos de la competitividad, es la urgencia de vincular a las instituciones educativas con el sector empresarial. Por ello, en los planes y programas de estudio, deben incluir contenidos orientados al desarrollo de una mentalidad de negocios en los alumnos, sugirió.
“El verdadero empresario de hoy en día es el que está comprometido no sólo con su empresa, sino con su familia y comunidad”, afirmó el también presidente de la junta de gobierno del Conalep Culiacán.
Por otra parte, recomendó -como un ejercicio aleccionador- hacer reuniones de negocios en la familia, pero no para tratar asuntos del negocio, sino como un foro analítico de aspectos como calidad de vida, etcétera.
Sobre la relación que guarda el éxito de una empresa con el éxito de una familia, quien fundara ECO, compañía que encabeza a un grupo de cinco empresas en todo el país, comentó:
“Va junto con pegado. No se puede ser muy maduro en la empresa y muy inmaduro en la familia, o sea, no hay tal cosa; es el mismo ser humano puesto en diferentes áreas, en diferentes canchas de juego y un área importantísima es la familia, otra es la empresa y otra más es la sociedad”.
Navarro Rodríguez, en alianza con otros empresarios, fundó Sinaloa Eléctrico Ingeniería, S.A. de C.V., y en ella participan como socios industriales alrededor de 60 empresas eléctricas, siendo el Conalep y el Instituto Tecnológico de Culiacán dos socios académicos que buscan vincular a sus alumnos al sector productivo.
Es por eso que aprovechando su experiencia práctica y conocimiento del sistema educativo, se le preguntó acerca del nivel educativo de las personas que se contratan para trabajar en las empresas que él representa.
Al respecto dijo que en los exámenes preliminares que ellos aplican a las personas, una de las peticiones es hacer, sin ayuda de la calculadora, cuatro operaciones aritméticas, como sumar, restar, multiplicar y dividir.
“Yo creo que el 95% de los jóvenes la saca mal. Además, les dictamos una carta para ver la cuestión de la ortografía y redacción y también cero, el 95% tiene graves faltas de ortografía, significa que no está leyendo”. No obstante, asegura, su único consuelo, en el caso de Sinaloa, es la inteligencia natural del sinaloense.
“El otro aspecto es la desvinculación de la educación con el sector productivo, o sea, la educación va por un lado y sector productivo va por otro, y deberíamos estar juntitos, persiguiendo lo mismo”.
Ejemplificó que una de las tareas más importantes de todas las empresas era vender, y preguntó, ¿dónde preparan vendedores?, ¿dónde está la carrera de vendedores? “Requerimos personas dedicadas al negocio”.
Para concluir la entrevista, Genaro Navarro Rodríguez habló de los retos del sector empresarial y dijo que el IPADE (Instituto Panamericano para la Alta Dirección de Empresas) un día abrió la maestría en alta dirección en Culiacán, salieron tres generaciones de 50 personas en promedio y ya no pudo realizarse la cuarta. “Yo me pregunto, ¿cuántos empresarios tiene Culiacán?”
Eso, para el empresario, es sólo un ejemplo que demuestra lo que les hace falta a los emprendedores del país.
Año 4 Num. 47 Fecha de publicación: Abril de 2006 |