¡No queremos guerra por el agua, sino agua para la paz!
Reclaman niños y jóvenes de todo el mundo
Alumnos de secundarias técnicas y primarias del país obtienen reconocimiento en el Foro Mundial Infantil del Agua
Texto y Fotos: Claudia Ruiz
Los colores del rostro eran diversos, pero con una bandera única: “Queremos agua para la paz, y no guerras por el agua”. Esa fue la única voz que se escuchó en el Foro Mundial Infantil del Agua, una reunión en donde niños y niñas de todo el mundo hicieron propuestas para educar en favor del cuidado del agua y la protección del ecosistema mundial.
Se reunieron y discutieron al mismo tiempo que los asistentes al IV Foro Mundial del Agua, pero a diferencia de los adultos, ellos sólo tuvieron 10 minutos para exponer sus propuestas ante los funcionarios de todo el mundo.
Los más de cien niños lo dijeron y repitieron sin dudar: el acceso al agua es un derecho humano que ha de cumplirse sin privatización. Los gobiernos deben tener sentido común en el diseño de leyes, con el propósito de que puedan aplicarse para multar a quienes contaminen el líquido y que, con los recursos obtenidos, se financie la construcción de plantas de tratamiento.
Fueron 30 países participantes, así que el ambiente era completamente multicultural; de México, la representación más importante la tuvieron los jóvenes de secundarias técnicas provenientes de varios estados del país.
A Jessica Núñez Torres, de Durango, le correspondió pedir la ayuda de los funcionarios para enseñar a todos los niños, sin discriminación de ningún tipo, cómo convertir el agua contaminada en potable y cómo deshacerse adecuadamente de los desechos en casos de emergencia.
Durante las mesas de trabajo algunos sonreían y jugaban mientras sus compañeros presentaban las ponencias, pero a la hora de los resolutivos no fue difícil ponerse de acuerdo.
Primero exhortaron a los funcionarios a no permitir que el agua se convierta en lo que el petróleo es hoy: escaso y caro. Pidieron participar en los programas de suministro del vital líquido y saneamiento, recibir becas escolares y fondos para la realización de sus acciones, así como apoyo para la formación de redes en las que puedan intercambiar experiencias y fortalecerse mutuamente.
Pero sobre todo, exhortaron a los funcionarios a tomar en serio sus propuestas en las decisiones oficiales.
En sus pláticas, los niños constantemente recordaron que más de 400 millones de menores alrededor del mundo carecen de acceso al líquido. “Eso está mal. Eso está matando nuestro futuro. Les pedimos actuar”.
Además, pidieron a los gobiernos que visiten sus comunidades, observen las actividades que realizan los niños para promover el uso racional del agua y que, cara a cara, respondan a sus solicitudes de apoyo.
“Para quienes participamos en el foro infantil es importante que los gobiernos tomen en cuenta los costos médicos y los días que los niños no van a la escuela a causa de enfermedades adquiridas por agua contaminada, la falta de higiene y servicios de saneamiento”, fue el principal reclamo de Martha Laura, originaria de Morelos.
En una sola voz, los pequeños afirmaron: “Nosotros, los niños y niñas del mundo, estamos listos para trabajar con ustedes. ¿Están ustedes listos para trabajar con nosotros?”.
Las voces
Jessica Núñez Torres, es estudiante de secundaria. Llegó del estado de Durango y sabe que en esa zona no es fácil tener acceso al agua, por eso le queda claro que el recurso es muy importante y que los niños tienen grandes proyectos para que siga disponible en todo el mundo. “Lo que hace falta es que todos nos pongamos a trabajar como inspectores del agua”.
El agua significa vida, dice Jessica, quien porta con orgullo un vestido del estado de Chiapas lo que refrenda su compromiso con los mexicanos de todas las entidades.
Atenta y con la voz característica del norte del país, Jessica señala que los principales problemas de agua están en África, una región con muchas carencias y que contrasta con otras donde las inundaciones son la constante. “Los compañeros africanos dicen que tienen agua contaminada o en el peor de los casos las personas se pelean por el escaso recurso”.
Para solucionar estos problemas nada mejor que la escuela, expresa la duranguense. “Los maestros deben tratar los temas del agua en cada una de sus materias, para que enseñen a los niños sobre la importancia del agua y que la cuiden”.
Ahora que regresa a su comunidad seguirá trabajando a distancia, compartiendo las experiencias con sus compañeros aunque ya no esté el foro, “porque los compromisos se cumplen y esa es nuestra tarea”.
Jessica, lo mismo que otros 7 participantes del Foro Infantil, son parte del Proyecto Quetzalatl, un programa que nació hace una década y en donde colaboran todas las secundarias técnicas del país.
El profesor Leopoldo Reyes, representante de la Subdirección Tecnológica, perteneciente a la SEP, comenta que Brigadas Quetzalatl, “es una estrategia educativa que se utiliza en las dos mil escuelas de este tipo que se encuentran en todo el país, y donde se busca desarrollar la cultura del agua”.
De los 15 participantes jóvenes mexicanos que asistieron al foro, ocho pertenecen a secundarias técnicas. “Ahí se ve que nuestro trabajo en las brigadas ha dado resultado”.
Son ganadores de varios concursos nacionales convocados por el Instituto Mexicano de Tecnología en el Agua y la Conagua; y dos lugares más fueron para los participantes del Foro Virtual del Agua.
El proyecto que elaboraron dos de estos jóvenes --quienes contaron con la asesoría de sus maestros— fue elegido a nivel mundial como ejemplo para el mundo. “Con ello se busca demostrar la forma en que se enfrenta un problema de agua a nivel local, en dos lugares emblemáticos: Coahuila e Iztapalapa en el DF”.
Además, Unicef les ofreció que las brigadas Quetzalatl se promovieran en todo en el mundo. “Pediremos el apoyo de la SEP –dice Leopoldo Reyes--, también del presidente Vicente Fox para que apoye a estas brigadas y se fomente la cultura de ahorro del agua, la cultura ecológica, medio ambiente y el desarrollo sustentable”.
Los estudiantes que se integran a las brigadas, visitan diferentes escuelas en todos los niveles para promover el cuidado y respeto por el agua y los recursos naturales, por medio de pláticas, conferencias y exposiciones, es decir, a través de la educación.
“Queremos llegar a todas las entidades, a todos los niveles educativos y atender también a los maestros. Eso es lo que buscan las brigadas. Si multiplicamos este programa y lo ampliamos a cada estado y sus escuelas técnicas, tenemos un población total de 800 alumnos por plantel”, asevera Leopoldo Reyes.
La propuesta de los estudiantes, dice el representante de la SEP, es generar cultura con diferentes estrategias en cada una de las escuelas del país. “A diferencia de otros proyectos que ya están trabajando sobre las consecuencias, nosotros le apostamos a trabajar desde las causas”.
Ya hay buenos resultados. “Hemos logrado que planteles de secundaria tengan un ahorro de agua entre 20 y 30 por ciento”.
Al hablar sobre el mantenimiento de las escuelas para evitar enfermedades o contagios por el agua, Leopoldo Reyes afirma que las EST tienen un departamento que se ocupa del mantenimiento y que se pone en contacto con las autoridades para la atención de los inmuebles escolares y que apoyan con los materiales necesarios.
Sin agua y sin escuela
“En las escuelas siempre hay problemas sobre todo de fugas y desperdicio del líquido”, esta es la versión de alguien que asiste diariamente a la escuela y observa de cerca estas deficiencias.
Martha Laura López Romero, vive en Cuernavaca, Morelos, y aunque en su casa pocas veces carece del líquido, la conciencia por cuidarlo le permite estar al pendiente y lograr que todos los niños del mundo, la tengan. “Hay niños que dejan de ir a la escuela por ir a buscar agua para su casa y eso no está bien”
Con ella coincide Víctor Hugo González Casanova, de Mérida, Yucatán. “Nuestra principal propuesta es lograr que el agua no se privatice, sino que todos la puedan usar. No queremos guerra por el agua sino agua para la paz”.
Para ellos el encuentro no fue un desperdicio pues las ponencias de los niños de todo el mundo, sirven de ejemplo para que las demás dejen de contaminar o tirar el agua, señala Víctor Hugo.
Para Martha, niños o no, “todos contaminamos en alguna medida, por eso estas reuniones también deben invitarnos porque a los niños nos preocupan los problemas del mundo y buscamos solucionarlos, pero para ello queremos el apoyo de los demás”.
Un poco más pequeño pero igual de motivado para hablar, Irving Gerardo Lascoaga añade que “las promesas que hicimos en esta reunión, somos nosotros los primeros que debemos cumplir, claro que necesitamos el apoyo de las autoridades, pero también sabemos que podemos trabajar aún si ellos nos dejan solos”.
Por su parte, Amanda Tanairi Díaz Barriga Maciel, de la Delegación Iztapalapa, en el Distrito Federal, expresó que es necesario trabajar para sensibilizar a la población sobre el futuro del agua y no olvidar que algún día puede escasear con terribles consecuencias para todos los seres vivos.
Desde pequeña, Amanda se daba cuenta del mal uso que se le daba al líquido, sobre todo el desperdicio. “Mi mamá me compró varios libros que hablaban sobre el tema y me gustó aún más. Después vinieron los concursos donde yo exponía el problema desde mi punto de vista y algunas soluciones para evitar el desperdicio”.
Cuando le hablan del agua, Amanda piensa en muchas cosas, pero principalmente en dos: que hay que cuidarla porque se va acabar y en la vida que se origina del líquido.
En su exposición, recordó, planteó las consecuencias que traería la falta del líquido y presentó un cartel donde se aprecia una ciudad semidestruida rodeada de incendios forestales, que no se pueden sofocar por la escasez de agua.
Daniel Omar Vega González, fue compañero de Amanda en el proyecto premiado. Vive en el municipio de Francisco I. Madero, en La Laguna, Coahuila, y además de hablar sobre ecología también se da tiempo para cantar y tocar instrumentos musicales.
Omar, pidió a las autoridades establecer sanciones más severas para impedir que continúe el deterioro de los cuerpos de agua en el mundo, y demandó de los industriales y comerciantes su compromiso para dar un trato adecuado a las aguas residuales.
Además del cuidado del agua, este estudiante pidió otra cosa más: una beca para estudiar, pues quiere llegar a ser médico o estudiar ciencias políticas.
Parte importante para los alumnos, es el maestro, quien los asesora y brinda la información para elaborar los proyectos.
Sergio Arturo Sánchez Sánchez, es ejemplo de este trabajo. “En México y en el mundo hay una gran participación de niños y jóvenes con proyectos sobre el cuidado del agua; ellos y nosotros tenemos una gran responsabilidad, pues al escuchar estos problemas debemos dar soluciones prontas”.
Ahí es donde entra el papel del magisterio, dice, pues “debemos apoyar para dar buen término a proyectos para la solución de problemas. El docente debe dar conocimientos y datos sobre el panorama del agua. Inducir a programas que tengan como fin el cuidado del agua”.
Así, los niños y los maestros coinciden: si cada uno de los ciudadanos los apoyamos en sus proyectos y se trabaja en equipo “podemos obtener buenos resultados y contar con el agua por muchos años más”.
Año 4 Num. 47 Fecha de publicación: Abril de 2006 |