Niños tlaxcaltecas participan en el grupo Olincatl

La danza folklórica, educación con buen ritmo

Tlaxcala, Tlaxcala.— Los niños que participan en el grupo de danza folklórica “Olincatl”, bailan, sonríen y disfrutan del arte mexicano con buen ritmo.

Con el taconeo al son de la música, interpretando una polka o el jarabe mixteco, decenas de niños de entre 6 y 13 años de edad, muestran su gusto por el arte escénico y lo comparten a través de la sonrisa y el vuelo amplio de un vestido.

La danza se convierte así en una herramienta indispensable para la vida de estos jóvenes bailarines, quienes han adquirido una mayor disciplina para su vida académica y familiar. Además, son ejemplo vivo de que la danza genera amor por el cuerpo y más solidaridad de grupo.

Gabriel Ávila Flores, instructor e impulsor de este grupo de danza infantil, dependiente del Instituto Tlaxcalteca de Cultura señala que esta actividad colectiva ayudó a los niños para lograr una mejor integración grupal, mejorar sus habilidades de pensamiento y de expresión, así como en su desarrollo psicomotriz. “Estas son las cualidades que viene a favorecer la práctica de la danza”, señaló contundente.

La danza es un movimiento cadencioso gracias al cual el cuerpo humano cobra vida y forma. Los siete elementos formales que toman parte en su realización son: el movimiento, ritmo, tiempo, forma, espacio, sonido y color, todos en su conjunto generan una expresión dancística capaz de transmitir mensajes culturales, sociales, políticos e históricos.

En entrevista para El Periódico del Magisterio, el profesor Gabriel Ávila Flores nos cuenta que este grupo nace a raíz de la convocatoria que el gobierno del estado realizó a través del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, en el año 2000. Se convocó a niños y niñas de entre 6 y 13 años de edad para conformar el taller de danza con el objetivo de fomentar la práctica de esta disciplina.

Durante su primer lustro el grupo ha participado en eventos culturales y ferias regionales que se realizan en los diferentes municipios que conforman la entidad tlaxcalteca; además de los estados de Puebla y Oaxaca.

Entre sus logros se encuentra la organización, en 2005, del primer encuentro de niños danzantes, entre las entidades de Oaxaca, Puebla, Veracruz y Tlaxcala.

Ávila Flores señaló que los beneficios de esta labor artístico educativa se puede resumir en dos aspectos: el desarrollo de las capacidades expresivas en el niño y el conocimiento de las costumbres, alimentos y hábitos de los diferentes estados de la República.

No obstante, y a pesar de estos beneficios, el sistema escolarizado no ha tomado de manera seria la educación artística de este tipo. Así, según el profesor de danza, ésta “debería ser tratada como un apoyo, una herramienta para el aprendizaje en el aula”.

Sin embargo, continúa, “muchos profesores que están en el aula no cuentan con la habilidad ni la preparación para la instrucción, pero esto se puede solucionar con profesores de educación artística para apoyar de manera directa y oportuna”.

El grupo Olincatl recibe apoyo directo del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, a través del espacio y la difusión, pero “no existe una partida específica para este tipo de actividades. En el caso del taller contamos con el apoyo de los padres de familia, ellos son los que directamente pagan el vestuario, material indispensable en los grupos de danza solventando así de alguna manera estos gastos que de no ser así sería complicado sostenerse de manera independiente”, añadió el coordinador.

Una de esas madres que participa en la elaboración de los trajes es la señora Mónica García, quien junto con su hija, asiste al grupo desde hace 2 años. “Además, realizamos rifas para recabar dinero para el vestuario”.

En su opinión, esta disciplina debería llevarse a todas las escuelas del país, “siempre y cuando haya profesores preparados. Porque existen quienes sólo se dedican a poner uno que otro ´pasito´ sin conocer la materia; me gustaría que fueran más profesionales”.

Ana María Ibalsabal Ríos, es otra de las madres que cotidianamente aplaude y sonríe cuado ve bailar a sus tres hijos que asisten al taller. Para ella el arte ha tenido beneficios en el desarrollo de los niños, “los hace ser más independientes”.

Actualmente al taller asisten 16 niñas y 6 niños que tienen entre 6 y 13 años de edad; pero también hay clases para niños, jóvenes y adultos. Los ensayos son todos los días a partir de las cuatro de la tarde.

El profesor Gabriel Ávila Flores añade: “México es un país muy rico en tradiciones y música, somos muy afortunados por que México es un arco iris de costumbres y tradiciones. Por eso nos gustaría que se fomentará más la actividad dancística, sobre todo en los medios de comunicación, esto con el fin de llegar a más población”.

Así, los niños, padres y profesores del grupo Olincatl, piden mayor apoyo, pero también que la sociedad participe y sea parte de movimientos artísticos como este pues, consideran, “cualquiera de ellos va a traer beneficios inmediatos a todos los seres humanos”. 

Año 5 Num. 50 Fecha de publicación: Jul-Ago de 2006