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Editorial
Un año de retos
A los millones de mexicanos que en busca de una ilusión verde, sufren el muro oscuro del racismo y los disparos de un tío llamado Sam.
Nos despertamos en enero del 2006 con el luto a cuestas. Un mexicano ha muerto, no, más bien lo han asesinado en territorio fronterizo, y es que los millones de mexicanos que como Guillermo Martínez acuden en busca de un empleo al vecino país del norte, no lo hacen por deporte o por cultura, como lo sugiere la voz oficialista. Es el hambre lo que los lleva a enfrentarse a ese oscuro muro de la muerte, donde un policía gringo, lo mismo que un texano racista, cuentan con permisos para matar a cualquier migrante "ilegal" y tal parece que si es mexicano lo gozan más.
Las decenas de millones de mexicanos que residen legal e ilegalmente en la Unión Americana han sido expulsados de nuestro país, aunque parezca lugar común, porque aquí en México no encontraron empleo, ni escuela, ni bienestar, en una palabra no visualizaron un buen futuro para ellos y sus familias, y ante eso lo arriesgan todo, incluso sus vidas.
Y es que nos hace falta tomar conciencia de la realidad que vivimos, pues la Constitución política que nos rige, cumplirá este 5 de febrero 89 años y su carácter social es más vigente que nunca.
Baste recordar tres de sus artículos para saber si los gobernantes en turno los cumplen o no, y si nuestros políticos están conscientes y son serios cuando juran cumplir y hacer cumplir la Carta Magna.
Artículo Io, En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías de esta Constitución, las cuales no podrán restringirse, ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación, motivada por origen étnico, o nacional, el género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana que tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
En cuanto al artículo 3º, éste nos marca el derecho a recibir una educación obligatoria, laica y gratuita basada en los resultados del progreso científico, para combatir la ignorancia y sus efectos, los fanatismos, la servidumbre y sus perjuicios.
Ya del artículo 123, no queda más que el recuerdo de que toda persona tiene derecho al trabajo digno y a un salario bien remunerado que satisfaga sus necesidades básicas.
En su fracción cuarta, dice que queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años, y que los mayores de esta edad y menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas...
Así le podemos seguir, pero este espacio no es para un tratado de derechos incumplidos ni para demostrar como han hecho los políticos y gobernantes un cadáver de nuestra Constitución. Esto es sólo una muestra de que hay muchas razones para que haya inmigrantes que en el papel deberían estar bien en su país y que en la realidad son víctimas del incumplimiento de las leyes.
Las propias autoridades mexicanas han reconocido que no se le ha dado una batalla total al crecimiento del desempleo, los salarios cada vez son insuficientes, en materia educativa todavía en pleno siglo XXI, México tiene más de 6 millones de analfabetas.
Hay discriminación y descomposición social, léase La otra campaña, con la cual los zapatistas insisten en la marginación social de que fueron objeto los indígenas en este sexenio, y si la discriminación no existiera, estas manifestaciones no tendrían razón de ser.
Por otro lado, un fantasma recorre el país, el fantasma de los feminicidios (asesinatos a mujeres). El registro del 2000 al 2005, para vergüenza nacional, arroja un total de 707 asesinatos de acuerdo a registros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Ahora no es sólo el estado de Chihuahua el que cuenta con este tipo de expresiones agresivas contra las mujeres, ya también se habla de las muertas de Baja California, Durango, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Oaxaca y Sinaloa.
La Unicef (Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia), en su más reciente informe sobre niños en México, denuncia que 21 de los 32 estados de la República Mexicana se encuentran con infección de actividades criminales contra la infancia, tales como la explotación sexual.
El desempleo, la falta de oportunidades, la ausencia de programas educativos exitosos para atender a más de 32 millones de mexicanos en las aulas, el bajo presupuesto para este rubro, la corrupción y la marginación hacia los indígenas, entre otras malas acciones de la administración pública, y la falta de conciencia social, provocan que tanto la mano de obra como la fuga de cerebros pongan su destino en países como Estados Unidos.
Respecto a la educación a nuestro juicio, es una de las mejores herramientas para evitar que los connacionales lleguen al vecino país donde se les desprecia, explota, y en más de las veces, se les asesina.
Si desde las aulas se les está educando para el desánimo, si desde el gobierno se está fomentando la ignorancia y el racismo, y si desde las escuelas en la República Mexicana, se margina a las mujeres por el sólo hecho de creerlas más débiles, estaremos fomentando un monstruo social, un ejército de desempleados apátridas, y eso es muy peligroso sociológicamente hablando.
Por eso, el próximo presidente de México deberá tener un proyecto sólido en materia de política educativa y en materia de atención social en general, de allí que tengamos que razonar nuestro voto, para no mandar a más mexicanos al matadero, para que nuestros indígenas ya no se enfrenten a los muros del racismo, en fin, para que haya un país en orden y digno de nuestra historia y de nuestra Carta Magna, una de las constituciones más progresistas y humanistas a nivel mundial.
Y en cuanto a la actitud nociva, persecutoria y racista de los vecinos del norte, ¿qué nos podemos esperar si su presidente habla diariamente con Dios y él le aconseja qué hacer y qué no hacer? Por cierto, ¿quién será su dios?
Fecha de publicación: Enero de 2006 |