La violencia como juego
Niños víctimas de mercaderes sin escrúpulos

Juguetes bélicos nos invaden

Claudia Ruiz y Marco Antonio Alcaraz

Aunque para los sicólogos y sociólogos el juego es una vía importante de expresión del niño que le permite recrear sus fantasías y conocer su entorno, en los últimos años las actividades lúdicas mal enfocadas también motivan situaciones de violencia extrema. 

Mediante la entrada de miles de juguetes a territorio nacional, empresarios, principalmente de procedencia extranjera, acercan a los infantes muñecas ‘muertas’, acciones de violencia, pistolas y juegos de asesinatos. Esto, según los expertos, los motivará a reproducir esta práctica violenta en su etapa adulta.

De cara a las fiestas decembrinas, los niños sueñan con juguetes nuevos y los padres se enfrentan a la abrumadora oferta que se presenta en las calles y grandes almacenes.

Entre esas ofertas se encuentran juguetes como Living dead dolls (muñecas muertas vivientes), fabricadas en Estados Unidos que, aunque tienen ya dos años en el mercado mexicano, su venta se ha incrementado desde mediados de 2005.

Estas curiosidades “mortuorias” fueron creadas en 1998 y en un principio sólo se vendían en convenciones de “terror”. Sin embargo, ahora ya son comercializadas en más de 10 países, incluyendo México.

Según información difundida por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), indica que existen nueve series de muñecas, cada una integrada por seis modelos en promedio, aunque sólo los diseños más recientes se encuentran a la venta.

La Revista del Consumidor, detalla que la principal característica de estos objetos es que muestran las heridas que les causó la muerte, como hachazos, cuchilladas, quemaduras y estrangulamientos.

Lo anterior motivó que el Senado de la República haya aprobado un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Economía y a la Profeco regular la entrada de este y otros tipos de juguetes que atentan contra el juego armónico al que hacen referencia los derechos elementales de los niños.

En 1990 México firmó la convención sobre los derechos del niño donde se estipulan los principios básicos que debe cumplir toda sociedad con el fin de que los menores de edad alcancen un sano crecimiento físico, mental, moral, espiritual y social.

Con ese antecedente, la senadora Sara Castellanos Cortés integrante de la Comisión Bicamaral de Control y Evaluación de las Políticas Vinculadas con la Seguridad Nacional, presentó este punto en el que señala que “lejos de todo objetivo lúdico entendible, estas muñecas glorifican y reproducen los aspectos más bestiales de violencia cultural, que se va trasmitiendo de generación en generación; haciéndola más intensa, frecuente y duradera”.

Por ello, señala el documento, resulta fundamental combatir, con las herramientas legales de que disponemos para la protección de los consumidores, este clase de mal llamados “juguetes”, al alcance de todos los consumidores, inclusive los niños y adolescentes

En entrevista, la legisladora afirmó que los juguetes que invitan a la violencia, además de expresar el odio irrefrenable de la vida, provoca la degradación del ser humano. “Es impactante que desde temprana edad se empiece a ver el crimen como algo natural, sobre todo hacia las mujeres”.

Continente violento

Cada año más de 140 mil personas son víctimas de homicidio en América Latina y, a causa de la violencia en la región, un ciudadano pierde casi tres días anuales de vida saludable, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A través de su boletín oficial la propia Procuraduría General de la República, informa que 28 millones de familias sufren algún tipo de robo al año, es decir 54 familias son victimas de robo cada minuto lo que significa casi una familia por segundo.

La violencia pues, forma parte de la vida diaria en el continente, en la realidad y también a través de los juegos.

En un artículo publicado por el Diario Médico de España, Prudencio Rodríguez, jefe de la sección de psiquiatría infanto-juvenil de los Servicios de Salud Mental en Madrid, afirma que los juguetes que motivan agresión entre los infantes, tachados por algunos de violentos, “han existido toda la vida, dado que la agresividad forma parte del ser humano y es necesario canalizarla”.

No obstante, dice no está a favor de cualquier juguete que se preste a ello y hace una salvedad especial con los videojuegos, “que no permiten que el niño organice la fantasía agresiva, sino que le viene impuesto un mundo en el que, además, se banaliza el acto de agredir”.

Ahí mismo, Antonio López, portavoz de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), se suma a esta crítica a los videojuegos alertando de que “muchos tienen contenidos violentos, sexistas y xenófobos, en ocasiones incitan a consumir barbitúricos –como cuando al protagonista se le ofrece una pastilla para afinar su puntería- y algunos emiten destellos estresantes especialmente perjudiciales para personas epilépticas”.

En México, no hay programas que desalienten la venta y compra de esté tipo de juguetes por parte de ninguna dependencia federal. Por eso, la senadora Sara Castellanos urge a la Secretaría de Educación Pública (SEP), Economía y Profeco, para que prohíban la distribución y comercialización masiva e indiscriminada sobre todo entre niños y adolescentes.

“No hay un control en las aduanas, el reglamento no se cumple por eso ingresan toda clase de juguetes, todo es gracias a la corrupción”, señala.

Añade que estos objetos se venden lo mismo entre los ambulantes que en las tiendas establecidas. 

Al respecto la Revista del Consumidor, señala que de acuerdo con los comerciantes de las muñecas muertas , los principales compradores son jóvenes mayores de 20 años, aunque también hay adolescentes, pese a que el empaque del producto (en inglés y sin traducción) recomienda su venta para mayores de 18 años.

El artículo refiere según los creadores de estos juguetes, no fomentan en las personas ninguna actitud especial adicional hacia la muerte, aunque aceptan que entre los consumidores también hay niños.

Por su parte, Alejandro Aguila Tejeda, especialista en suicidio y profesor del Instituto de Tanatología, duda que por sí mismas estas muñecas fomenten algún tipo de necrofilia, pero considera que parte de los compradores puede presentar conductas suicidas, sobre todo en un ambiente mortuorio donde estos juguetes son un elemento más.

Acuerdo contra la violencia

En el centro de la ciudad de México hay por lo menos 45 mil vendedores ambulantes que expenden de todo, desde ropa, zapatos, discos y por supuesto juguetes. 

Es en temporadas altas para las ventas de artículos y juguetes para niños cuando tanto el comercio formal e informal incrementan hasta el 60 por ciento de sus ventas.

Vendedores ambulantes ligados al grupo de la líder Alejandra Barrios (quien permanece presa acusada de un asesinato durante una riña por ganar espacios en las calles) señalan que por acuerdo de asamblea de la Asociación Legítima Cívica Comercial, decidieron no vender objetos bélicos, de lo contrario serán sancionados.

Así, las réplicas de pistolas, metralletas y demás armas de fuego no se expenden en las calles céntricas, pues, argumentan los comerciantes, estos son utilizados por delincuentes para cometer robos.

Uno de los ambulantes confirmó la existencia del acuerdo y denunció que ese tipo de armas se distribuyen en el barrio bravo de Tepito.

Después de una década de severa crisis, cuando el poderío chino en el ramo se expandió de manera vertiginosa por el mundo entero, la industria del juguete en México se recupera.

Por otra parte, el empresario Ernst Kick, participante de la Feria Internacional del Juguete, señaló recientemente que “aproximadamente 8 mil compañías en China están involucradas en la industria del juguete, lo que representa casi el 80 por ciento del total del mercado mundial y lo cubren los chinos”.

Ante ello, los industriales mexicanos del juguete comprendieron que era inútil enfrentarse con el gigante asiático y buscaron otros caminos.

Por su parte, Miguel Ángel Martín, de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete, expresó que “era una situación muy desgastante, ahora nos hemos dado cuenta que la opción más importante es buscar socios y alianzas, de tal modo que puedas conservar tu mercado y aprovechar las fortalezas que tenemos los industriales mexicanos, que es el conocimiento de la industria y el conocimiento del mercado”.

“México es un país con un consumo importante de juguetes, tenemos un mercado que vale aproximadamente mil 800 millones de dólares al año, del cual la industria mexicana cubre un 40 por ciento de ese mercado”, destacó Ángel Martín.

Fecha de publicación: Diciembre de 2005